Del mismo modo que ninguna piel es totalmente monocromática, los dientes blancos no existen y, al igual que aquella, su color es hereditario,
revelándose en distintos matices de amarillo, marrón y gris.
Estructura interna del diente. |
Según nos
hacemos mayores, la pulpa del centro de cada diente, que es la que
concede a éste su brillantez, retrocede hacia la raíz. Al hacerlo, la
dentina que rodea la pulpa es reemplazada por otra, menos transparente
que la original, que yace bajo la capa externa del esmalte.
También es muy frecuente que aparezcan puntos y rayas blancas, como
consecuencia de algún tipo de problema surgido en la fase de desarrollo
de la dentadura. Los primeros dientes se forman durante la gestación y
en los primeros cuatro años de vida aparecen los dientes permanentes. En
ambos, los cristales de calcio y fósforo que transporta la sangre
constituyen el 70 por 100 de la dentina y el 95 por 100 del esmalte. La
abundancia o carencia de estos cristales es otra de las causas que
propician la variación en el color de la dentadura.
(Del artículo "¿Por qué varía el color de los dientes?" de la revista "Muy Interesante")
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